Sobre Mí

Hola ! Soy Juan Francisco Pinedo.

Sobre Mí

Les voy a contar cómo mi camino me llevó del mundo de la construcción al fascinante universo del Biomagnetismo.

Un giro inesperado

Pasé 20 años como constructor civil, participando en proyectos increíbles como la clínica de la Universidad Católica o el edificio de Sonda. Llegué a ser gerente de proyectos y luego gerente general en constructoras importantes.

Pero en 2005, la vida me tenía preparada una sorpresa: un dolor de espalda persistente que nada aliviaba. Ni kinesiología, ni acupuntura, masajes o yoga. Mi mamá me sugirió visitar a Liz Rodas, una amiga suya que practicaba algo llamado biomagnetismo. Fui, con poca fe, ¡y en una sola sesión el dolor desapareció para siempre! Eso, sinceramente, me voló la mente.

Mi señora también experimentó los beneficios con sus dolores de cabeza, y así, el biomagnetismo se fue integrando en nuestra familia. Cuando supimos que el Dr. Goiz, el descubridor del par biomagnético, vendría a Chile en 2008, no dudamos en hacer el curso.

Desde ese momento, se convirtió en mi pasión.

Desde ese momento, se convirtió en mi pasión.

De la lógica de Ingeniería a la exploración bioenergética

Con mi formación de ingeniero, no me bastaba con aplicar la técnica; quería entender la ciencia detrás. Empecé a practicar con mi familia y a atender pacientes los sábados, investigando y profundizando en los principios. Luego, con el Dr. Goiz, aprendí bioenergética, una técnica más avanzada que amplía el biomagnetismo más allá de virus y parásitos, permitiendo trabajar emociones e incluso terapias a distancia.

Así, durante años, mantuve mi consulta en paralelo a mi trabajo de constructor. Pero en 2014, mi dedicación al biomagnetismo era tan fuerte que decidí dar un salto de fe: dejé la construcción para dedicarme por completo a esta terapia, confiando en que podría sostener a mi numerosa familia.

Expandiendo horizontes y conocimientos

Mi sed de conocimiento no paró. En 2016, estudié el método PUMS con el ingeniero chileno César González. Él desarrolló una forma práctica y efectiva de aplicar la teoría del fenómeno tumoral del Dr. Goiz a un amplio espectro de dolencias. Su enfoque técnico, basado en biología, química y física, expandió enormemente mi campo de acción.

Luego, en 2017, conocí al Dr. Miguel Ojeda y su microbioenergética. Fue una revolución mental. Sus cursos en México, que seguía por Zoom desde Chile, me convirtieron en un ávido estudiante. En 2018, viajé a México para uno de sus seminarios. La microbioenergética, que el Dr. Ojeda define como “el microbio que soporta la información”, incorpora visiones de Maturana y Varela sobre la autopoiesis, la teoría del Dr. Hamer (base de la biodescodificación), y los conceptos transgeneracionales de Bert Hellinger. ¡Una mirada completa y profunda!

¡Una mirada completa y profunda!

Mi enfoque actual y el futuro

Con toda esta información, he desarrollado mis propios protocolos de trabajo. Me gusta ser muy riguroso, investigando a fondo cada caso y diseñando protocolos bioenergéticos personalizados.

Después de la pandemia, mi trabajo se ha enfocado mucho en crisis de angustia, insomnio, ataques de pánico y agorafobia en adolescentes. Esto me llevó a estudiar el sistema límbico y el neuroendocrino, desarrollando protocolos para ajustar los ejes neuroendocrinos y corregir trastornos neurológicos. Es un apoyo complementario valioso para lo que la medicina tradicional ofrece.

Actualmente, no solo atiendo pacientes presencialmente en Chile y a distancia en diversas partes del mundo, sino que también imparto cursos. La pandemia ha acortado las distancias, y ahora tengo alumnos de todas partes, lo que me permite seguir compartiendo mi pasión y experiencia.

¿Hay algo más que te gustaría saber sobre este fascinante camino?

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